Los famosos tienen varias ventajas importantes cuando toman la decisión de abrir un negocio. Tienen acceso a toda la publicidad que desean para anunciar el lanzamiento y para promocionar su nuevo producto. Además, cuentan con capital propio e inversionistas que en muchos casos están dispuestos a hacer un cheque tan solo para poder decir que son socios de tal famoso. Pero a pesar de todas estas ventajas, los negocios de los famosos no siempre tienen éxito. Veamos algunos de los fracasos empresariales de los más grandes famosos.
A finales de 2010, las hermanas Kim, Kourtney y Khloe Kardashian lanzaron una tarjeta de débito pre-pagada en sociedad con la empresa Revenue Resource Group y MasterCard. Poco más de un mes después del lanzamiento, las hermanas retiraron su apoyo — y el permiso de usar su nombre — de la tarjeta ya que muchos consumidores y organizadores se quejaron de los exorbitantes cargos y comisiones que cobraba. ¿El resultado? RRG demandó a la empresa de la familia Kardashian, Dash Dolls, LLC, por $75 millones por no cumplir con el acuerdo.
Muchos famosos sueñan con tener su propio restaurante, pero pocos saben cocinar o administrar un restaurante y por eso buscan socios operativos que se ocupen de estos detalles. Pero en el caso del restaurante NYLA de Britney Spears, el socio operativo no cumplió con su tarea y el restaurante se vio plagado por pérdidas y errores como comida no popular, falta de higiene y otros problemas que eventualmente lo llevaron a la bancarrota.
La cadena de comida Planet Hollywood se lanzó en 1991 como un intento de crear la versión Hollywood del Hard Rock Café, una de las cadenas más exitosas en el país. Contando con el apoyo de las más grandes estrellas de cine (Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Bruce Willis, and Demi Moore) y con unos ejecutivos experimentados a cargo del día a día, la empresa tuvo éxito al principio y llegó a cotizar en la bolsa de valores. Pero la avaricia hizo presa de los dueños y decidieron abrir 8 locales en poco tiempo.