Según una encuesta recientemente elaborada por American Consumer Credit Counseling, la mayoría de las parejas en los Estados Unidos sufren de infidelidad financiera. Según la encuesta, el 60% de las mujeres y el 50% de los hombres alguna vez han mentido a su pareja con respecto al dinero. Esto incluye ocultar deudas, mentir sobre compras y evadir preguntas relacionadas con problemas financieros. Los motivos no siempre son malos. Por lo general, es un intento de evitar que el otro miembro de la pareja se preocupe. También ocurre que las parejas financieramente infieles no saben cómo tratar estos temas en forma honesta y abierta.
Esta infidelidad financiera causa varios problemas graves, que pueden llevar a la pareja incluso al divorcio:
Primero, abre la puerta a las mentiras y al engaño en la relación.
Una vez que uno (o ambos) miembros de la pareja comienzan a mentirse sobre el dinero, esto abre la puerta a la posibilidad de que mientan sobre otras cosas. Es muy raro que alguien que miente sobre las finanzas no mienta sobre otras cosas. Después de mentir sobre diversas cosas pequeñas, llegan las mentiras sobre cosas grandes.
Segundo, los problemas financieros no se arreglan solos con el tiempo.
Un gasto de $500 en una tarjeta de crédito realizado sin consultar a tu pareja es un problema. Pero después de 3 años de estar pagando intereses al 23% sobre ese saldo, el “problemita” se convierte en un “problemón”. Los problemas financieros hay que tratarlos en el momento. Cuanto más tiempo pasa, peores y más complicados se vuelven.
Tercero, perjudica directamente a tu pareja.
Si piensan tomar decisiones financieras importantes juntos, las mentiras financieras pueden causar grandes problemas. Al momento de solicitar una hipoteca u otro tipo de préstamo entre los dos, se usará el historial de crédito y el puntaje FICO de ambos. Un problema financiero no revelado puede causar un incremento en la tasa de interés para el préstamo, algo que podría haber sido evitado con un poco de planificación.