Si alguien cae víctima de un fraude financiero, la mayoría de personas asume que esto se debe a una falta de educación financiera. Sin embargo, un estudio copatrocinado por FINRA determinó que las víctimas de un estafador financiero (fraude financiero) tienden a tener buenos conocimientos en finanzas. Estas víctimas sí carecían de educación, pero en el arte de la persuasión.
Cada año, miles de millones de dólares son transferidos de las víctimas a los estafadores al creer en promesas de inversiones de bajo riesgo y alta rentabilidad. La falta de educación financiera puede explicar parte de ello, pero los estafadores financieros tienen una muy buena capacidad de convencer a la gente a creer en lo que están vendiendo a pesar de su buen juicio.
Doug Shedel, experto en fraude financiero y autor de Outsmarting the Scam Artist (Burlándose de los estafadores), tuvo acceso a cientos de conversaciones telefónicas grabadas por el FBI entre las víctimas y los timadores financieros. Después de transcribir y analizar el contenido, descubrió que ciertas tácticas funcionaban consistentemente bien:
“Fijación fantasma”. Esto se refiere a las metas financieras inalcanzables con las que soñamos pero no podemos alcanzar. Prometer 1,000% de retorno a 30 días o 5% de retorno mensual sin riesgo, son ejemplos típicos de cómo los estafadores utilizan la fijación fantasma para apelar a la codicia.
“Credibilidad de la fuente”. Los estafadores suelen mencionar que personajes conocidos apoyan una determinada inversión o estrategia como una forma de dar legitimidad a algo que no la tiene.
“Prueba social”. Se producen intentos de crear una imagen de aceptación popular acerca de una estrategia de inversión dada para que las víctimas crean que están participando en algo que ya tiene buena aceptación.
“Mensajes o llamadas”. Si recibes una llamada o un correo electrónico que intenta quitarte dinero usando una combinación de estas tácticas, ya sabes que probablemente se trate de un fraude.