Hacer frente a prioridades rivales es parte integral de ser un empresario. Cada día nos enfrentamos a batallas donde tenemos que elegir entre precio y calidad, entre tiempo para la familia y el progreso de la empresa y entre los beneficios actuales y el éxito futuro. Todos sabemos que es imposible complacer a todo el mundo en forma permanente. Pero, saber esta verdad y actuar en consecuencia son dos cosas muy distintas.
Algunos propietarios de negocios tratan de complacer a todo el mundo. En el proceso, por lo general fallan y se exponen a graves consecuencias comerciales y personales. Incluso después de reconocer que no puede ser todo para todas las personas, subsiste el problema de decidir cuál prioridad rival satisfacer; en otras palabras, ¿a quién se le dice “no”?
Aquí le presentamos algunas preguntas que debe hacerse para decidir a cual prioridad decirle “no”:
¿Algunas de las peticiones rivales son irreales o irracionales?
Muchas veces sentimos la presión de satisfacer las peticiones de personas que son importantes para nosotros, como clientes importantes, ya que dicha relación afecta la salud de nuestro negocio. Pero si la petición no es razonable o es poco realista, entonces puede descartarla de inmediato y hacer frente a las consecuencias con la conciencia limpia.
¿Qué petición rival tiene el potencial de causar másdaño si se rechaza?
Si las peticiones rivales tienen el potencial de causar daño a nosotros mismos o a los demás, entonces hay que tener eso en cuenta. Si más gente hiciera esta pregunta entonces la incidencia de accidentes de tráfico relacionados con los mensajes de texto se reduciría drásticamente a medida que la gente se diera cuenta de los riesgos y decidiera, en cambio, esperar hasta más tarde para responder.
¿Qué petición rival me será de mayor beneficio si se ejecuta correctamente?
Éste no es un ejercicio completamente altruista. Una parte importante de determinar qué petición rival cumplir es pensar en aquella que le traerá los mayores beneficios. Para tener éxito, debe tomar decisiones que lo beneficien a usted y su negocio. Aunque esto suena obvio, muchas veces esta pregunta no se hace porque uno está sumergido en detalles y minucias relacionadas con la toma de decisiones y sus intereses pueden perderse en la confusión.
Ya tomé una decisión. ¿Y ahora qué?
Al hacer las siguientes preguntas, usted puede determinar el mejor curso de acción frente a prioridades rivales. Una vez que decida esto, es necesario que se lo haga saber a las partes afectadas. Al comunicarle a alguien una decisión que no lo favorece, recuerde lo siguiente:
1. Sea directo. No hay nada peor que “irse por las ramas” cuando le dice a alguien que lo está rechazando. Lo mejor es ser directo y demostrar que respeta su tiempo.
2. Proporcione contexto. Un solitario “no” no es la mejor manera de decirle a alguien que su interés rival perdió. En el futuro puede que tenga que trabajar con esa persona, así que proporcionar un contexto acerca de por qué tomó esa decisión ayudará a aliviar cualquier resentimiento.