Un millón de dólares no tiene el mismo valor que antes. Para la generación de nuestros padres, representaba independencia económica. Para la generación de nuestros abuelos, era una fortuna. Hoy representa tan solo el costo de una buena casa — pero no una mansión — en Miami, Los Angeles u otra ciudad principal. Pero aun así, la idea de ganar un millón de dólares significa éxito. Hay muchos caminos al primer millón y después del primero es más fácil ganar el segundo, el tercero y el quinto.
Ahorra $2,382.91 al mes
Si ahorras $2,382.91 al mes durante 30 años ganando un promedio de 1% anual en intereses, al final del proceso tendrás un millón de dólares. Pero, claro, en 30 años un millón no tendrá el mismo valor adquisitivo que tiene hoy. Para tener el mismo poder adquisitivo de un millón de dólares, necesitarías casi 2.9 millones en 30 años. Para lograr eso tendrías que ahorrar $6,688.34 al mes. Si esto no es factible y te quedas con la meta original de ahorrar $1 millón, ten en cuenta que en el futuro ese millón comprará lo que $343,000 compra hoy en día.
Invierte $12,246.85 al año
Si inviertes el dinero prudentemente, puedes generar un retorno de 6% anual. Si lo mantienes en una cuenta con impuestos diferidos (o exento de impuestos como un Roth IRA), entonces puedes lograr tener $1 millón después de 30 años. Pero generar 6% año tras año durante 30 años es sumamente difícil. Los grandes inversionistas sueñan con un retorno de tal magnitud.
Hereda $1 millón
Uno no tiene control sobre si tiene un pariente rico o no, pero para muchas personas es una realidad. Según una encuesta reciente, 6% de personas en el país con un mínimo de $500,000 libres para invertir recibieron su dinero a través de una herencia. Si tienes esa suerte, entonces la meta es no perderlo.
Monta un negocio rentable
La gran mayoría de fortunas en el país no se heredaron, sino que los dueños las lograron gracias a esforzarse y tomar riesgos. Esa es su recompensa a haber tomado decisiones difíciles y mantenerse perseverante a pesar de las dificultades.
